Una de las principales ayudas que el gobierno propuso para las pymes y los autónomos así como a las grandes empresas afectadas por la crisis que estamos atravesando fue las llamadas líneas ICO-Covid19.

Con esta línea, lo que se pretende es dar fundamentalmente liquidez para que puedan hacer frente tanto a los nuevos préstamos como a renovaciones, pago de facturas, salario, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez.

Esta ayuda del Estado dotada con 100.000 millones de euros, se ha repartido entre las diferentes entidades en función de la cuota de mercado que tiene cada entidad financiera.

El primer tramo que se ha procedido a activar está formado por 20.000 millones de euros en avales del Estado, si bien, en la mayoría de las entidades financiera, ya se superada el límite fijado por el Gobierno español.

De este primer tramo público, el 50% va destinado a las pymes y a los autónomos para que puedan garantizar los préstamos.

Los avales que conceda el Instituto de Crédito Oficial (ICO) no cubrirán ni los intereses ordinarios ni de demora pero sí cubrirán el importe principal del préstamo impagado por el cliente.

El tipo de interés que pagaran los clientes de la entidades de crédito no podrá superar el TAE máximo que ha establezca el ICO. Esto quiere decir, que en función de la entidad de crédito o financiera a la que se acuda para solicitar del préstamo, tendrá un tipo de interés u otro distinto.